Se acabó con el debate de la sucesión

Fuimos muchos los que nos echamos las manos a la cabeza con el
sorpresivo anuncio de la retirada de Justine Henin. Estaba en la
cúspide de la clasificación, era loada por su juego y su forma de ser,
ganaba, disfrutaba con el tenis... o al menos eso daba la impresión
visto desde fuera. Parece ser que se le acabó la gasolina, más mental
que física, y cuando el combustible de la mente te dice basta lo mejor
es parar que arrastrarse por las pistas de medio mundo.
A la misma velocidad con la que se consume el calendario tenístico,
los foros de la raqueta buscaron a su sucesora. Se apuntó a las
hermanas Williams, Serena y Venus, carentes de regularidad y con una
soberbia que no termina de encandilar al personal; se señaló a las
proezas balcánicas, Ana Ivanovic y Jelena Jankovic, las cuales poseen
una calidad indiscutible pero son frágiles de moral para aguantar un
tiempo prolongado en la cima; se indicó a la prolífera escuela rusa,
con Dinara Safina, Elena Dementieva, Vera Zvonareva o Svetlana
Kuznetsova, pero su tenis combativo parece ser insuficiente para estas
metas y solo la 'hermanísima' parece ser, por ahora, merecedora del tal
premio; inclusó se habló de Carla Suárez y su golpe de revés...
Ha pasado poco más de un año y Justine está de vuelta. Una magnífica
noticia para los amantes de la raqueta. Podremos así disfrutar de nuevo
de uno de los mejores reveses de la historia, una tenista de raza,
campeona por naturaleza, deportista las 24 horas del día, luchadora
dentro y fuera de la pista... En una época en la que el tenis, sobre
todo el femenino, está supeditado a la potencia y al aguante físico, es
estupendo ver la estética plasmada en el tapete de juego. En el
trasfondo de la noticia del retorno, hay dos preguntas que siguen dando
vueltas en mi cabeza. ¿Por qué vuelve? ¿Cuánto tardará en volver a ser
número 1?
Se hablaba mucho en las últimas fechas de la crisis de identidad del
circuito femenino, un circuito, señalaban, carente de una número 1 de
entidad y un desgobierno en el que muchas eran las candidatas a reina.
No estoy muy de acuerdo con esta afirmación, aunque sí creo que hubo
épocas mejores. Con la vuelta de 'Juju', como la llaman cariñosamente
en su país, se pondrá el punto y final al debate en busca de su
sucesora. Aún queda Henin para rato...